El crecimiento global del turismo inspirado en la literatura en un fenómeno ya consolidado. Comunidades de lectores, recorridos temáticos y hoteles-biblioteca se multiplican en un fenómeno que une pasión lectora con experiencias de viaje inolvidables.
“Viajar leyendo” o “leer viajando” ya no es una metáfora poética: es una tendencia en expansión dentro de la industria global del turismo. Así lo documenta Brinley Hineman en su artículo “A new chapter in literary tourism”, publicado el 14 de abril de 2025 en la revista especializada Travel Weekly. El texto ofrece un recorrido informativo y vibrante por el universo del turismo literario, donde clubes de lectura, recorridos temáticos y festivales alrededor del libro transforman el mapa de los destinos culturales contemporáneos.
Más que lectura: conexión, comunidad y pertenencia
El auge de clubes como The Enchanted Book Club, fundado por Hayley Solano en Los Ángeles, o The Book Club Tour, creado por Vanessa Hunt, muestra cómo las comunidades digitales de lectores se traducen en experiencias reales: viajes a Inglaterra tras los pasos de Jane Austen, recorridos por Prince Edward Island al estilo de Anne of Green Gables, o visitas privadas a manuscritos y museos literarios que estarían vedados al turismo individual. Lo que comenzó como lectura compartida en redes sociales como Instagram o TikTok (con los fenómenos de Bookstagram y BookTok) hoy se convierte en encuentros físicos donde la literatura sirve como puente entre personas que, como dice Solano, “encuentran un espacio para compartir una parte de sí mismas que usualmente guardan en privado”.
Anna Abelson, investigadora del Jonathan M. Tisch Center of Hospitality en la Universidad de Nueva York, confirma este boom como una de las tendencias emergentes del turismo de nicho, señalando el deseo post-pandemia de reconectar con intereses profundos y comunidades afines. El dato lo respalda Eventbrite, que reportó en 2023 un incremento del 26% en eventos relacionados con libros y un 35% más de participación en Estados Unidos respecto al año anterior.
Experiencias transformadoras
Más allá de los clubes, existen operadores turísticos con años de experiencia en el rubro, como Smithsonian Journeys, que desde 2006 ofrece recorridos dedicados a los amantes del misterio, con itinerarios centrados en Arthur Conan Doyle y Agatha Christie. Este año, la oferta incluye experiencias inmersivas en Oxford sobre Jane Austen y Charles Dickens, y una colaboración con la Universidad de St. Andrews (Escocia) para explorar escritores escoceses como Stevenson o Barrie.
En ese contexto, el cumpleaños número 250 de Jane Austen se convirtió en catalizador de un sinfín de celebraciones. Desde visitas a su casa en Chawton hasta un tour guiado a pie de seis días desde Londres hasta Bath con motivo del Jane Austen Festival, la figura de la autora ocupa un lugar protagónico en los itinerarios literarios del Reino Unido para 2025. Según The New York Times, “la Inglaterra de Austen” es uno de los 52 destinos imperdibles del año.
Gaby Cecil, responsable comercial del operador Active England, resalta el valor de trazar “una geografía del autor” que combine citas literarias con paisajes y espacios reales. La línea entre ficción y realidad se desdibuja, y los guías (en este caso, especialistas en Austen y sus contextos) enriquecen la experiencia.
¿Qué buscan los viajeros literarios?
Según Angela Ferragamo, vocera de Smithsonian, los viajeros que eligen tours literarios son personas “intelectualmente curiosas”, perfil muy valorado por los destinos que buscan un turismo cultural, respetuoso y sustentable. A diferencia del llamado set-jetting (viajes inspirados en películas o series), que tiende a ser pasajero, la literatura ofrece una conexión más duradera. Gregory Ramshaw, académico de la Universidad de Clemson, destaca que muchos libros atraviesan generaciones, lo que prolonga su influencia y su atractivo turístico.
Estados Unidos, Portugal y más allá
Aunque el Reino Unido se posiciona como epicentro de este fenómeno, el turismo literario crece en todo el mundo. En Estados Unidos, destinos como la Hemingway House en los Cayos de Florida, la Poe House en Baltimore o los circuitos por la Nueva York de James Baldwin son ejemplos de cómo las ciudades construyen memoria literaria y la traducen en recorridos significativos.
Incluso existen hoteles temáticos. El Bookhouse Hotel en Pensilvania posee más de 5.000 libros, superando en número a sus habitaciones. En Nueva York, el Library Hotel organiza sus más de 6.000 volúmenes según el sistema Dewey. En Europa, la región portuguesa de Alentejo desarrolla rutas literarias y proyectos hoteleros para atraer a este perfil de viajero lector.
Leer para encontrarse
Hineman concluye que la magia del turismo literario no reside solo en visitar lugares emblemáticos, sino en “ver cómo los libros cobran vida ante tus ojos”. En un mundo donde la conexión humana se ha vuelto urgente, compartir la lectura en comunidad y experimentar los paisajes del libro con otros parece ser una forma poética y poderosa de viajar. Como dijo Vanessa Hunt, “más allá de la literatura, el objetivo es reunir a mujeres que aman las historias y que, a través de esas historias, puedan también contar la suya”.
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