Florencia Agrasar presenta Temporada baja, una historia que entrelaza pérdidas, vínculos y paisajes patagónicos con la fuerza de los cuatro elementos.
La escritora argentina Florencia Agrasar debuta en la novela con Temporada baja (Hoja por Hoja, 2025). El subtítulo es poderoso: Crónica del año en que Elena perdió el útero y a su marido. Un relato que surge de experiencias personales pero se emancipa en la ficción, atravesado por los vínculos, las mutaciones familiares y la potencia de la naturaleza como fuerza transformadora. En esta charla, Agrasar repasa el origen del libro, el proceso de escritura, la importancia de los intertextos y la relación entre literatura y medio ambiente.
¿Cómo nació Temporada baja?
La novela nació en 2021 a partir de dos vivencias muy fuertes que me llevaron a crear la ficción alrededor de Elena, la protagonista. El subtítulo ya anticipa esos hitos: “Crónica del año en que Elena perdió el útero y a su marido”. A partir de ese personaje construí una historia que habla de los vínculos, de las pérdidas, del amor, de la pareja, de los hijos y de las familias que mutan y cambian de forma según lo que viven. Todo atravesado por un hilo conductor muy fuerte: la naturaleza.
La naturaleza es central en el libro. ¿Cómo aparece?
La trama transcurre en Buenos Aires y en una localidad patagónica que conozco muy bien porque viví allí y pasé muchas vacaciones desde chica. La naturaleza está presente a través de los cuatro elementos: tierra, aire, agua y fuego, y muestra cómo influyen en la vida de los personajes. No desde un punto de vista romántico o idealizado, sino con toda su ferocidad. Esa presencia es, para mí, lo más logrado de la novela.
Un proceso de escritura en dos tiempos
¿Cómo fue el proceso de escritura y edición?
Escribí la primera versión casi de un tirón en 2021, pero la novela “durmió” un par de años. Luego comencé un trabajo de reescritura con mis editoras, principalmente Graciela Cutuli y también Teresa Teramo, más la corrección de Mabel Fuzzi. En ese tiempo cambió mucho con respecto al texto original. Como decía Borges, se publica para dejar de corregir; en algún momento hay que soltar.
De las antologías a la primera novela
Este es tu debut como novelista, pero ya habías publicado antes.
Participé en dos antologías de relatos publicadas por Biblos: #QuedateEnCasa-Relatos en Pandemia (2020) y #SalíDeCasa-Relatos Postpandemia (2021), con textos —como los títulos dicen— escritos en pandemia y pospandemia. Temporada baja es mi primera novela y un desafío importante. Me permitió cerrar temas que venía elaborando hace tiempo, aunque sé que seguirán apareciendo de otras formas.
La novela tiene muchos intertextos y epígrafes. ¿Qué función cumplen?
Hay citas de Shakespeare, Wisława Szymborska, Mia Couto, Jane Austen, Tennessee Williams, Quevedo… Textos que aportan un tono o una profundidad particular a cada capítulo. Son parte de mi trayectoria como lectora y quise que me acompañaran en esta obra.
¿Cuánto hay de autobiográfico en la historia?
Elena es una especie de alter ego, pero los personajes crecen cuando entran en el texto y toman vida propia. Algunos hechos parten de acontecimientos reales, pero luego se imponen la ficción, así como la mirada y las interpretaciones son de los personajes. Como decía Mary Oliver, vivir la vida y escribirla son cosas muy distintas. No se trata de crónicas fieles, sino de transmitir emociones y percepciones para que el lector pueda conectar desde su propia experiencia.
La novela también dialoga con preocupaciones ambientales.
Sí, me interesa mucho reflexionar sobre el poder de la naturaleza y la pequeñez del ser humano frente a ella. Todos estamos preocupados por su preservación, pero también es cierto que la naturaleza tiene una capacidad de reacción imposible de contener. Esa perspectiva me parece fascinante.
Una presentación que fue también un estreno
¿Cómo fue la presentación del libro?
La hicimos el 11 de agosto en Dain Usina Cultural, en Palermo. Me acompañaron Graciela Cutuli, Teresa Teramo, Mabel Fuzzi, Axel Dumas como diseñador de la novela y Román Dumas en el piano. Aunque no pudo viajar, también estuvo presente Guido Franco Ferrari, autor del óleo Dos vuelos que usamos como tapa: una imagen de otoño en la Patagonia, con las lengas rojas, que encaja a la perfección con el espíritu de la novela. Fue una noche muy especial, rodeada de afectos, y además marcó el inicio de la editorial Hoja por Hoja, que se estrena con este título.
¿En qué estás trabajando ahora?
En una serie de cuentos que, curiosamente, están mostrando un hilo común. Es algo que descubrí mientras los escribía y que me tiene muy involucrada.
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