Buenos Aires 6 de abril de 1971
Señora Ocampo
[…] He sido mal educado en lo que Catita llama “hablar en idioma” y me temo que usted sospeche que ahí está la raíz de mi posición nacional, como yo sospecho que en sus Institutrices está lo de su universalismo. También tiene la culpa mi pésimo oído: con decirle que no sé distinguir “Los muchachos peronistas” de “La marcha de la libertad”.
Le agradezco la información de que “cenar” es palabra prohibida en la tribu, pero ya lo sabía por Landrú: sin embargo me pregunto por qué no le pasan el dato a un mozo Leonardo de Vinci que pintó algo en Milán. Habría también que ver los Evangelios por si emplean la expresión “Última cena” (supongo que en arameo eso se diría como en la tribu pero después los traductores griegos y latinos echaron todo a perder). Ahora le confieso que lo de ÚLTIMA COMIDA no me suena: da una idea de apóstoles obesos y manjares sustanciosos que no anda con la frugalidad presumida. ¿La solución sería decir EL ÚLTIMO SOUPER? […]
Recojo su saludo para “la bandera idolatrada” pero a causa del defecto de oído que le señalé, me es imposible tomar el ritmo de marcha escolar adecuado al mensaje.
Con toda cordialidad
Arturo Jauretche
(Fuente: Alejandra Zina. Guillermo Korn. En primera persona. Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos, 2003)
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